miércoles, 15 de diciembre de 2010

Diario de un sanduchero

Bueeeno, esto es total ficción. No es para que nadie se sienta aludido ni nada. Si trabajas en Subway y estás leyendo esto, mala mía supongo. Si no te da risa, es triste. Si te parece estúpido, entendiste la idea. Aquí va.
Día 1
7:00 am- Hoy empieza una nueva etapa en mi vida. Por fin podré trabajar haciendo lo que más me gusta y lo único para lo que me han dicho que sirvo: hacer sánduches. Por supuesto, qué mejor lugar para eso que Subway. Estoy muy emocionado.
10:00 pm- Fue un día tranquilo, sin muchos clientes. Me dio tiempo para adaptarme y conocer un poco más a mis compañeros. Hacia el final del día la cosa desmejoró. Me llamaron, ya cuando habían cerrado, y me dijeron que para ser totalmente aceptado faltaba un paso, el bautizo. Me llevaron a la máquina de Nestea… “Remójalo ahí y méate” me dijeron. Tuve que hacerlo… El té frío nunca será lo mismo para mí.
Día 10
9:00 pm- Poco a poco esto se va alejando de la idea que tenía. Estos clientes son malvados. Máquinas de comer a las que no les importan los sentimientos de los trabajadores. Hoy un muchacho me preguntó qué salsas teníamos. Después de que le mencioné, sin equivocarme y en el orden correcto, las 368 salsas que tenemos, me dijo que le pusiera únicamente mostaza y mayonesa… ¿Por qué? ¿por qué?
Día 21
12:00 m- Me estoy hartando. Creo que hasta he desarrollado aversión y alergia al pan, la lechuga y la alfalfa. Mi mamá no parece entenderlo. Siempre que llego a casa en las noches me dice “hijo, prepárame un sanduchito de esos que haces en el trabajo”, ¡NO! ¡Mamá compréndeme!
Día 24
9:30 am- Iba pasando por una panadería. Estaban sacando panes recién hechos… No pude evitarlo… Entré a la panadería y lo destrocé todo… Dañé todos los panes… Los odio… Ahora estoy detenido…
Día 33
10:00 pm- Hoy llegó una muchacha que pidió que le pusieran al pan todo lo que había. Todo. ¿Cómo es posible? ¿Por qué me hace eso? No puedo tocar aceitunas negras, mi religión no me lo permite, y sin embargo tuve que hacerlo. Dijo que volvería mañana… Ojalá que no… Por favor no vuelvas más…
Día 45
3:00 pm- Todo el mundo pide pan de orégano y parmesano. Todo el mundo. Tenía que venir él a pedir pan blanco. Imbécil. Quise escupirle el pan, pero me miraba fijamente. Pidió cangrejo… Jajaja, pero le puse atún… Pobre idiota jajaja… ¿O había pedido atún? Qué más da, me salí con la mía. Que malvado soy.
Día 62
7:00 pm- Acabo de golpear a mi sobrinito. Me pidió que le preparara un sánduche. Es domingo, no trabajo los domingos. Insistió. “Es sólo un pan con mantequilla” me dijo. No pude aguantarlo. ¿De verdad cree que es gracioso el hecho de que no haya mantequilla en Subway? Fue necesario golpearlo. Ahora mi hermana y mi mamá me buscan. Me quedaré en este armario hasta que pase el peligro.
Día 69
5:00 am- Tuve una pesadilla horrible. Un pan gigante me hablaba y me decía que yo era el elegido. “¿El elegido para qué?” le pregunté. “Para recibir mi nuevo extra” me dijo. “¿Cuál extra?” pregunté inocentemente, “¡extra de salchichón!” me gritó y se abalanzó sobre mí. Me desperté. ¿Cómo puedo ir a trabajar en este estado?
Día 76
11:45 am- Me vigilan. Se han dado cuenta de que los odio a todos y ahora no me dejan solo. Siguen mis pasos, supervisan mis panes. Pero soy más fuerte que ellos… Soy el elegido… El pan me lo dijo… El pan me lo mostró…
Día 88
10:00 am- Estoy detenido otra vez. Detenido y despedido. Una chica llegó y pidió uno de 30 cm., pan blanco, roast beef. Cuando le estaba poniendo ricota me dijo que había cambiado de opinión y preguntó si tenía oportunidad de cambiarlo. Fue el momento en que lo perdí… Le lancé el pan a la cara. Le lancé todo el cangrejo en el cabello. Le metí el atún por la blusa. Vacié la mostaza en sus ojos y le lavé la cara con cebolla… Sé que estuvo mal, pero cómo liberé tensión. Al final de todo parece que eso de hacer sánduces no es para mí.

viernes, 15 de octubre de 2010

Oración de la lombriz

Trágame Tierra
que a ti quiero volver.
Mi deseo no es morir,
sólo desaparecer.

Acógeme, Madre
en tu cálido seno.
Permíteme volver a tu refugio
dame tu seguridad de nuevo.

Protégeme Tierra
en la suavidad de tu comprensión.
No dejes que esa terrible luz
quiebre mi razón.

Prométeme, oh Gaia
que no ha sido en vano.
Que todo el dolor que siento
servirá para algo.

Trágame Tierra
que a ti quiero volver.
Mi deseo no es morir...
sólo desaparecer.

sábado, 2 de octubre de 2010

"Buenas intenciones"

Caminaban a orillas de la playa, tomados de la mano. Él con una enorme sonrisa en la cara, orgulloso de la novia que tenía. Ella con una expresión indescifrable, mirando al suelo, pensando en lo que venía.

- Si me pides la luna, te la bajo- dijo él en un susurro, señalando la luna llena que dominaba el cielo.

Ella lentamente levantó la vista y miró la luna por un rato, sin cambiar la expresión de su cara. Luego bajó la mirada y, viéndolo con algo de curiosidad, le preguntó:

- ¿Y qué voy a hacer yo con eso después?
- ¿Cómo?
- La luna, cuando la bajes. Es una roca un poco grande. ¿Qué piensas tú que voy a hacer con eso?
- Jajaja, tan linda. Realmente no puedo bajarla. Es solo...
- Entonces ¿para qué me la ofreces?
- ¿Perdón?
- ¿Para qué me ofreces algo que no me puedes dar?
- Es... es un decir. Mi amor, lo que importa de todo esto es la buena intención.
- De buenas intenciones está lleno el camino al infierno...
- ¿Entonces qué quieres que haga?- preguntó él, empezando ya a desesperarse un poco.
- Que tengas más acciones que intenciones- contestó ella, serena, con la vista fija en la arena por la que iban caminando-. Que entiendas que es más seguro, mejor, apuntar a pequeños detalles que intentar cosas muy grandes. Que te preocupes por cuidar lo que está aquí a tu alcance y no le prestes tanta atención a aquello que realmente no puedes conseguir...

Y siguieron caminando, en silencio, a orillas de la playa, tomados de la mano. Ella iba pensando "es lindo, pero cuánto le falta por crecer". Él pensaba "vaya ¿será que era mejor ofrecerle una estrella?"

domingo, 26 de septiembre de 2010

La Caja de Música (Parte II: La Bailarina)

La vida seguía casi igual en la vieja casa Schwartzer. La muerte del abuelo, debido a su propio aislamiento de la sociedad, realmente no cambiaba mucho las cosas para los demás habitantes de la casa. Era como si en realidad el anciano hubiera muerto mucho tiempo atrás y ese que salía esporádicamente de la habitación del último piso era un fantasma al que todos estaban acostumbrados a ver.

La única que parecía afectada por la muerte del señor Schwartzer, era Sofía. De por sí Sofía era una niña inquieta, curiosa, ávida de conocimiento, pero esta vez lo que la llevaba a querer investigar sobre su abuelo era diferente. No era esa curiosidad infantil, esas ganas de saber por el mero hecho de saber. No. Sofía tenía la sensación de que había algo, una verdad, esperando por ella; de que detrás de la figura de su abuelo había una verdad que le pertenecía.

Pasadas unas cuantas semanas después de la muerte del señor Schwartzer, Sofía retomó el hábito de subir al último piso todas las tardes. Se quedaba ahí parada observando la puerta, con el corazón latiendo desbocado, imaginándose las cosas tan increíbles que se escondían dentro de esa habitación. Pero eso era todo. Sólo podía quedarse ahí parada. Cuando intentaba abrir la puerta, apenas su mano alcanzaba el pomo, la voz de su abuelo resonaba en su cabeza: "fuera de los límites" y Sofía salía corriendo, invadida de miedo, a su habitación, a esperar al día siguiente a tener el valor suficiente para por fin poder entrar.

Sus padres notaron sus constantes visitas al último piso y le dejaron claro que a pesar de que su abuelo ya no estaba, esa habitación seguía estando prohibida para ella. Pero cualquiera que conociera a Sofía sabía que prohibirle entrar hacía crecer más su curiosidad... Esa tarde, cuando estuvo frente a la puerta y escuchó de nuevo la voz de su abuelo, Sofía sonrió, pensando "ya no estás aquí para impedirlo" y giró el pomo...

Era una estancia amplia, más grande que cualquier habitación en la casa. La única fuente de luz que tenía provenía de una pequeña ventana ubicada en la pared más alejada de la puerta. En la pared más larga había una gran biblioteca con gruesos volúmenes de cuero, casi ninguno tenía el título grabado en el lomo. El suelo estaba lleno de una cantidad de instrumentos que, en su mayoría, Sofía no podía identificar.

Sofía caminó despacio, con cuidado de no mover nada, observando todo con atención. A pesar de que todo parecía estar tirado por ahí al azar, ella sabía que había un orden, que cada objeto estaba donde estaba por alguna razón. En la habitación sólo había unos pocos muebles aparte de la biblioteca: un viejo sillón de tela, una pequeña cama y, debajo de la única ventana, un largo escritorio. Hacia allá se dirigió la niña.

El escritorio estaba lleno de hojas y hojas que contenían escrituras en unos extraños símbolos que Sofía no entendió para nada. Otras hojas estaban llenas de pentagramas musicales, que a su vez estaban llenos de notas musicales. Muchos de esos pentagramas tenían grandes tachones y numerosas anotaciones, en una letra tan pequeña que eran imposibles de leer.

Sofía fue moviendo las hojas, apilándolas, tratando de dejar libre el escritorio, tratando de ordenar todo para luego poder revisar con cuidado todos esos manuscritos. Cuando ya terminaba, movió un grueso libro y vio algo que hizo que su corazón diera un salto: un grueso anillo de oro, con un rubí incrustado, cuyo rojo brillo pareció saludarle con alegría. No era sólo un anillo, era El anillo. La niña lo tomó y sonrió: sabía que todo eso empezaba a llegar a algún sitio.

Sus ojos se recrearon admirando el anillo, paseándose por sus detalles y deteniéndose un buen rato en ese rubí que, más que brillar, parecía sonreír, como invitando a Sofía a que lo sacara de esa habitación, a que le permitiera ver el sol una vez más.

Cuando por fin pudo separar la vista del anillo, su atención se fijó en una pequeña caja de música que estaba en la mesa, muy cerca de donde había encontrado el anillo. Era de madera, con unos grabados muy parecidos a los de la puerta del cuarto del señor Schwartzer. Sofía tomó la caja, se sentó en el piso, puso la caja frente a ella y la abrió...

Aquella mujer tenía razón: la bailarina que había salido de la caja de música le había quitado el aliento. La pequeña figura tallada tenía una precisión tan grande en los detalles que parecía una persona real pero encogida. Estaba vestida de dorado, con un cinturón rojo. Sofía no pudo evitar sonreír al notar la conexión entre la ropa de la bailarina y el anillo de su abuelo. La cara de aquella pequeña figura era simplemente hermosa, con una expresión de felicidad que parecía imposible de plasmar en un trozo de madera; y sin embargo ahí estaba. La niña se sintió orgullosa al pensar que semejante obra de arte había sido creada por su abuelo.

Sólo entonces, después de haber escudriñado cada detalle de la bailarina, fue que notó la música. Una dulce melodía, lenta, fresca que hizo que Sofía se olvidara un momento de todo a su alrededor y se dejara llevar por aquellas notas. Ya cuando estaba empezando a tararear la música, algo cambió. ella pudo notarlo. Una o dos notas y todo fue distinto... para peor.

La nueva melodía era siniestra, tétrica, escabrosa. El terror se apoderó de Sofía cuando notó que incluso la expresión en la cara de la bailarina había cambiado: ahora tenía una sonrisa maligna, fiera, mostrando unos horribles dientes puntiagudos. Tal vez lo imaginó, pero estuvo segura de que escuchó una fuerte risa aguda, muy acorde con la nueva expresión de la bailarina. El miedo se había convertido en pánico y usando todas sus fuerzas, Sofía gritó.

Pero el grito nunca se escuchó. Sin saber cómo, estaba tirada en el piso, sin poder mover ninguna parte de su cuerpo excepto sus ojos, que habían quedado justo en frente de la caja de música donde la diabólica bailarina danzaba y reía al ritmo de la macabra melodía que parecía retumbar en los oídos de Sofía.

El pánico de la niña ya era pura desesperación. Sus ojos se movían con rapidez, tratando de encontrar algo, cualquier cosa, que la ayudara a escapar de aquella prisión invisible. Por más que se concentraba en moverse, no podía. Su cuerpo parecía haberse desconectado de su cerebro. Dentro de su cabeza, Sofía gritaba a todo pulmón, pidiendo ayuda a cualquiera que pudiera oírla. En la habitación lo único que se escuchaba era la música de la pequeña caja de madera que estaba en el piso.

Empezó a sentir frío. Un frío totalmente impropio de aquella época del año. Empezó también a sentir que el aire era más denso, que era más difícil respirar. Entonces lo entendió: de eso era de lo que le había advertido aquella mujer en el funeral de su abuelo. No pudo evitar sentirse estúpida, inmadura, por no haber escuchado las restricciones y consejos de todo el mundo. "Cuidado con la bailarina... podría quitarte el aliento", recordó. Ese era su final... moriría asfixiada sin poder hacer nada. Y la bailarina danzaba y reía con retorcida felicidad.

Su desesperación se convirtió en tristeza. Y lloró. Pudo sentir que una lágrima salía de su ojo y, por la posición en la que estaba, bajaba hacia su nariz. Notó entonces que aquello no era una lágrima común: en su nariz lo que veía era una gruesa gota de sangre, rojo escarlata. En su mente, lloraba con desconsuelo, lanzando dolorosos gritos de ayuda, que daban paso a fuertes sollozos. En el cuarto, Sofía derramó una sola lágrima de sangre.

Mientras sentía cómo se le hacía más y más difícil respirar, un profundo dolor apareció en su pecho. Ella sabía que ese dolor no tenía que ver con su cuerpo, que era un dolor que estaba más allá. Era su alma la que se resentía por ese cruel castigo al que estaba siendo sometida. Se preguntó entonces qué clase de monstruo era su abuelo; quién era ese misterioso anciano y en qué estaba pensando cuando diseñó y construyó tan horripilante aparato. La única respuesta que consiguió para sus preguntas fue la melodía que venía de la caja de música... y el regocijo en los ojos de la bailarina...

Quién sabe cuanto tiempo había pasado cuando la puerta de la habitación se abrió de golpe y la mamá de Sofía gritó al ver a su hija tirada en el piso, desmayada. Intentó hacerla reaccionar, pero no podía. El pulso de la niña era débil y apenas respiraba. Había un par de gotas de sangre en su cara.

La mujer cerró la caja de música que estaba en el suelo, de la que salía una melodía que la molestaba y no la dejaba pensar con claridad. Al momento en que la música paró, Sofía abrió los ojos. Respiró profundo, como aquel que sale a la superficie luego de haber pasado un largo rato bajo el agua. Abrazó a su mamá y empezó a llorar con toda la intensidad con la que había estado llorando en su cabeza.

Luego de que se calmó, acompañada de su mamá, caminó hacia la puerta del cuarto, dispuesta a dejar en paz todos los secretos que había detrás de la figura del señor Schwartzer... al menos por ahora... La última señal de vida que vio esa habitación por mucho tiempo, fue un alegre destello rojo que venía desde la mano izquierda de Sofía.

(Este es el fin de la cuestión. Tal vez en el futuro aparezcan más cosas, sobre Sofía, el abuelo o algo... pero por ahora esto es todo... para los que no se aburrieron en el camino y llegaron hasta aquí, muchísimas gracias por leer...)

viernes, 24 de septiembre de 2010

La Caja de Música (Parte I: El abuelo de Sofía)

A Sofía no le había tocado el abuelo prototipo. ¿Ese adorable anciano, rechoncho, de aspecto bonachón, cabello y barba blancos como la nieve, con una sonrisa eterna esperando por sus nietos? No. Era un chiste pensar que su abuelo podía llegar a ser así.

El señor Schwartzer era un anciano huraño. Rara vez se le vía fuera de su habitación. Nadie se quejaba de eso realmente, pues cada vez que salía, se preocupaba por que todo el que se tropezara con él recibiera una escalofriante mirada de desprecio y repulsión. Era un hombre que parecía estar molesto con la humanidad, por lo que, en los casos en los que no se podía aislar, se encargaba de que toda persona se enterara de su aversión a los humanos.

Era un hombre sombrío, misterioso. A criterio de Sofía, su abuelo era el hombre más tenebroso sobre la faz de la Tierra. Siempre vestía unas extrañas ropas que parecían sacadas de una película ambientada en la Edad Media; siempre de negro. El único color que Sofía había visto en el atuendo de su abuelo era el del anillo que el anciano llevaba en la mano izquierda: un gran anillo de oro que tenía incrustado un rubí cuyo rojo brillo podía verse a kilómetros de distancia.

El abuelo de Sofía era tan misterioso que ella nunca supo realmente su nombre. Todo el mundo en la casa lo llamaba "papá", "tío", "abuelo" o "señor Schwartzer". Cuando ella preguntaba por el nombre de su abuelo, todo el mundo evadía la pregunta con un nerviosismo evidente, como si el nombre del señor Schwartzer guardara una maldición para aquel que se atreviera a pronunciarlo en voz alta.

Aquel extraño anciano, como cabría esperarse de un personaje tan enigmático, rara vez hablaba. Considerando que prácticamente nunca tenía contacto con ningún otro humano, podría decirse que hablar no era una prioridad para él; pero es que además, sus miradas eran tan expresivas que no le hacían falta las palabras. Con sólo poner los ojos encima de alguno de los habitantes de la casa, ya esa persona sabía qué necesitaba el señor Schwartzer, dónde encontrarlo y sabía también que tenía que conseguirlo rápido.

A pesar de pensar que era un ser totalmente escalofriante, a Sofía, su abuelo le llama muchísimo la atención. Subía al último piso de la casa, repetidas veces al día, y se quedaba admirando la puerta de la habitación del anciano, observando con detenimiento la aldaba con forma de cabeza de águila. Llamaba a la puerta. No pasaba nada. Llamaba de nuevo. Nada. Al llamar por tercera vez, la puerta se abría casi de inmediato y ahí estaba su abuelo, regalándole su mejor mirada de desprecio. "Fuera de los límites" alcanzaba a decirle, con una ronca voz monocorde. Lo último que Sofía alcanzaba a ver antes de que se cerrara la puerta era ese hermoso rubí que parecía guiñarle, pícaro, desde la mano izquierda de su abuelo.

Esa escena se repetía prácticamnte todos los días. Las ganas que tenía Sofía de saber más sobre su abuelo eran muy grandes como para darse por vencida. Ella sabía que detrás de toda esa cortina de misterio había algo maravilloso esperándole. Por eso cuando su abuelo murió, más que tristeza, lo que la invadió fue una gran decepción por no haber conseguido lo que buscaba.

Fue un funeral pequeño. Básicamente la familia cercana y alguno que otro vecino que se enteró de la noticia. Pero en realidad, dadas las habilidades sociales del señor Schwartzer, era lo que se esperaba.

Todos se extrañaron cuando, uno a uno, empezaron a aparecer unos extraños personajes en la casa. De cuando en cuando entraba algún anciano, vestido de negro con ropas parecidas a las que solía vestir el señor Schwartzer, se acercaba al ataúd, murmuraba algunas palabras y luego volvía a salir, sin siquiera fijar la mirada en alguno de los miembros de la familia. Lo que más le llamó la atención a Sofía es que todos llevaban en la mano izquierda un anillo idéntico al de su abuelo.

La última de estas intrigantes personas fue una mujer, quien, a diferencia de los demás visitantes misteriosos, se veía bastante acontecida por la muerte del señor Schwartzer. Cuando ya iba de salida sus ojos se posaron en Sofía, que de manera refleja se puso de pie.

"Sofía", dijo la mujer, en una voz dulce, armoniosa "tan bella como te imaginaba. Cuidado con la bailarina, pequeña, podría quitarte el aliento". La mujer le sonrió a Sofía y siguió su camino hacia la calle, dejando a la niña ahí plantada, con más dudas de las que su joven cerebro podía asimilar.

Pero ¿quién era aquella mujer? ¿cómo era que conocía a Sofía? ¿sería que su abuelo le había hablado de ella? Jajaja, claro, como si eso fuera posible. ¿Y qué había querido decir con eso de la bailarina? ¿se estaba burlando de ella? Toda esa situación sólo hacía que su interés por su abuelo aumentara de manera imparable. Sofía sabía que las respuestas que necesitaba la esperaban detrás de aquella puerta con grabados, detrás de esa aldaba con forma de cabeza de águila. Para encontrar las respuestas que necesitaba debía entrar en aquella habitación que el anciano del anillo de oro le había dicho que estaba "fuera de los límites".


domingo, 12 de septiembre de 2010

Ácido Solípsico

Dame mi dosis de realidad
en un vaso de ilusión.
Quiero perderme en un viaje
hacia los límites de la verdad.

Puedo ver mi reflejo
en este espejo sin vidrio.
Imágenes que me invitan
a navegar en la irracionalidad.

Dame mi dosis de realidad
en un vaso de destrucción.
Si la verdad está en mi mente
entonces por qué escapar.

No existen tus palabras
sino las mentiras que quiero escuchar.
Realiad no es la que me imponen
sólo lo que quiero asimilar.

Quiero perdeme en un viaje
hacia los límites de la verdad.
Quiero elevarme en ideas
que rayen en la genialidad.

Quiero pararme detrás de tus ojos
y así entender tu mundo.
Quiero saber lo que imaginas
cuando respiras profundo.

No me hables de colores
pues no los puedo escuchar.
No me hables de sabores,
no los sé dibujar.

Llévame a otro plano
con una dosis de tu realidad.
Haz que tu percepción y la mía
sean una en la eternidad.

Llenaré los espacios vacíos
con divagaciones sin importancia
que, como cortinas de humo,
cubran mi ignorancia.

Dame mi dosis de Ácido
que me lleve a la realidad.
Quiero perderme en un viaje
más allá de los límites de nuestra verdad.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Carta (Pies sobre la tierra)

Hola. Tengo algo que decirte.

Puede que este no sea el mejor día de mi vida. Pero ¿sabes qué? Estoy seguro de que puedo hacerlo funcionar. Tal vez hoy salga a la calle y ninguno de los colores que vea combine, pero es mi trabajo hacer que toda esa locura tenga un poco de sentido, al menos para mí. El mundo no se debe parar sólo porque algunos lo digan.

Tal vez por estos días la suerte no me esté sonriendo, pero qué más da… Algunas veces esa caprichosa te sonríe y las veces que no lo hace, hay que trabajar; pues incluso las oportunidades, que son conocidas por su habilidad de “llegar” o “presentarse”, no son tan benévolas como las pintan. Llegan, sí. Pero muchas veces lo que sucede en realidad es que salimos a buscarlas y las encontramos a medio camino. Siempre hay que moverse. Siempre hay que actuar.

Sé que hoy saldré de mi casa y los ríos seguirán siendo de agua y no de Coca-Cola. Es así, vivo en un mundo real y debo estar consciente de eso. Que si bien es bueno tener la cabeza en las nubes un poco, aspirar alto, también hay que saber mantener los pies en la tierra, conocerse a uno mismo y tener noción de lo que se puede o no hacer y cuándo.

Es muy probable que mañana abra los ojos y el mundo no me de ninguna razón para sonreír. En ese caso lo más fácil sería quedarme arropado en mi cama y lamentarme por la desgracia de todos. Pero es de verdaderos guerreros levantarse con una sonrisa en la cara y salir a enfrentar toda adversidad. Tal vez mi eterna felicidad te parezca algo hipócrita y falsa, pero si no soy yo quien trae un poco de alegría y tranquilidad ¿quién lo hará?

No estoy dejando nada al azar. Por eso, si fracaso estaré tranquilo, porque sé que lo di todo de mí. Por eso, si fracaso, podré levantarme y volverlo a intentar, teniendo en cuenta mis errores. Por eso sé que si fracaso, igual podré mirarte tranquilamente a los ojos y sonreír.

Sinceramente,

César Aramís Contreras Parra.

lunes, 23 de agosto de 2010

El Jesús histórico

Mi primer colegio era fundado por sacerdotes. Tanto así que el colegio daba directamente a la iglesia de la parroquia. Ahí estudié hasta los 15 años. El liceo al que fui después también tenía unas bases religiosas bastante fuertes. Luego salí de ahí y fui a una universidad de tendencia católica, dirigidas por sacerdotes jesuitas. Si le sumamos a esto el hecho de pertenecer a una familia bastante religiosa, se podría decir que mi educación ha tenido una gran, gran base católica, cristiana y todos esos nombres que le ponen.

Por supuesto, clases de religión nunca me faltaron (esperaba encontrarlas incluso en la universidad jajajaja). Nunca faltó la falsa esperanza de que leyera la Biblia (nada en contra de la Biblia pero es que me tienen que entender, que libro tan largo =S –.-). Siempre estuvo el empuje porque nos aprendiéramos quien sabe cuantas oraciones distintas; y por supuesto, la idea de adorar a Jesús como el salvador y cuestión. La adoración y devoción al Jesús que yo llamo “bíblico”.

Sin embargo hubo una profesora que, en un intento por acercarnos más a ese Jesús bíblico, nos enseñó al Jesús histórico, el humano. Fue una de las mejores enseñanzas que pudo dejarme. Resultó que ese Jesús histórico se convirtió en una de las personas que más admiro de corazón.

Para empezar, es un tipo que llegó y dividió la historia en dos partes. ¿Tienen idea de la magnitud de esa vaina? A ver… nadie dice “eso pasó en el año 32 antes de César” o “eso podría estar listo para el año 112 después de César”. ¡¡NOO!!. Todo es antes o después de Cristo, es algo increíble. Nada más por ahí, el hecho de que un judío, hijo de un carpintero, haya podido dividir la historia en dos, DIVIDIR LA HISTORIA EN DOS, ya es algo por lo que tengo que quitarme el sombrero.

Después… este señor, Jesús, es desde mi punto de vista el mejor empresario que este planeta ha visto, punto. Fíjense, el pana empieza por ahí él solo, mareando a la gente de la sinagoga (creo que ahí era donde andaba cuando se perdió). Luego funda una empresa con doce empleados, una empresa llamada “Cristianismo”. Uno de los empleados le jugó sucio pero aparentemente eso era parte del plan estratégico. El hombre se retira y deja a sus empleados trabajando, y poco a poco se va uniendo más gente a la empresa, más gente se va identificando con la marca y ahora, 2000 años después el señor tiene la empresa más grande del mundo, con sedes en todos los países y trabajadores y clientes que trabajan y consumen el producto con devoción. Genial.

Me encanta pensar en Jesús como un pana divertido, que le gustaban las fiestas y tal. De hecho, ¿cuál fue el primer milagro de Jesús del que nos habla la Biblia? Las bodas de Caná. Me lo imagino así: está Jesús en su rumba, con los discípulos y tal. De repente, cuando la rumba está mejor, llegan y le dicen a Jesús que parece que la fiesta se va a acabar por falta de vino. “¿Por falta de qué? ¿ahora que es cuando la fiesta está buena? ¡Qué va! Tráete esos barriles de allá… Ajá, ¿cuánto cabe aquí? ¿cien litros? Perfecto. Llénalos todos con agua ¿Ya? Ok, tápalos. Muy bien. Pruébalos. Ajá… ¿Vino? Que siga la fiesta entonces”. Jajaja, excelente.

Por último, algo que no pasó, pero me molesta cada vez que la gente se pone intensa con eso. ¿Qué tan malo sería que Jesús realmente hubiera tenido una familia con María Magdalena? Me molesta el hecho de que el sexo y la procreación sean tomados como el pecado más grande y que por eso sea impensable el hecho de que Jesús hubiera querido también tener su familia, como la tenían sus padres. A mi gusto habría sido un final incluso más bonito para lo historia. El Mesías se fue, pero dejó una descendencia que seguirá transmitiendo sus enseñanzas. Pero supongo que no todo es tan bonito ¿no? Si no estaríamos en una película de Disney jajajaja.

En fin, sólo quería exponer la manera en que yo veía a ese joven judío que causó sensación en su época. Espero no haber ofendido a alguien o algo, es sólo una muy humilde opinión. Hasta la próxima…

miércoles, 11 de agosto de 2010

Rojo Sangre

Degradaré tu pasado,
nada bueno ha dejado
y para este nuevo inicio
no tiene significado.

Yo Soy el Presente.
Si no eres mi aliado
mejor hazte a un lado,
pues destruyo al que me rete.

¿Qué e el futuro?
Una eterna promesa
de un mundo de cabeza
para quienes no me defiendan.

¿Qué es esa badera?
¿Blanco? ¿Paz?
No hay paz sin guerra
y esta guerra durará.

¿Qué es esa vela?
¿Verde? ¿Esperanza?
Si algo me enseñaron
fue a no confiar en un lobo que pasta.

¿Qué es eso en las calles?
¿Rojo? ¿Muerte?
La sangre de aquellos
a los que no les sonrió mi suerte.

domingo, 8 de agosto de 2010

Carta (Estimado señor asesino)

Estimado señor asesino,

Le escribe el padre de la niña a la que usted mató hace un par de meses atrás. Tal vez este gesto le parezca un poco extraño (créame que no es usted el único que piensa eso), pero me pareció que era justo, necesario. Terapéutico... para ambos.

Es posible también que usted finja que esta carta no tiene ningún tipo de sentido, debido a que usted y su defensa insisten en su inocencia, pero el día en que lo vi en el juicio, señor Asesino, vi culpa en sus ojos. Estoy tan seguro de eso como que mi hija menor está muerta.

Déjeme empezar por decirle que, contrario a lo que muchos pueden pensar, yo, y estoy casi seguro de que mi esposa tampoco, no siento rencor hacia usted. El dolor de la pérdida de un hijo es una pena muy grande como para dejar espacio y tiempo al odio. Prefiero pasar mis ratos recordando a mi hija y llorando de nostalgia que pensando en usted y llorando de rabia. Además, odiarlo señor Asesino, sería establecer un tipo de vínculo emocional con usted... No. No hay odio.

En todo caso creo que lo que sentíamos mi esposa y yo antes de ese juicio era miedo. Terror. Miedo porque en mi mente solo un monstruo podría ser capaz de una atrocidad como el asesinato de mi niña. Solo una bestia totalmente inhumana podría ser la perpetradora de semejante acto antinatural. Pero luego lo vi entrando a la sala donde se celebraría el juicio y vi que era un humano como todos en el recinto. Lejos de sentir rabia o algo por el estilo, no dude en creerme cuando le digo, señor Asesino, que lo que sentí al verlo fue alivio, pues supe que esa clase de monstruo que yo pensaba que aparecería por la puerta por la que usted entró, sólo existe en mi imaginación.

Si bien lo único importante es terminar de demostrar que usted es el culpable, no puedo evitar (y parece ser algo normal) preguntarme por qué. ¿Por qué, señor Asesino? ¡Por qué mi hija? ¿Para qué? ¿Qué daño pudo hacerle una niña de doce años para que usted simplemente llegara y la estrangunlara? No hubo robo, ni violación, ni secuestro, ni amenazas, ni golpes. Solo llegar, matar e irse... ¿Por qué? ¿Para qué?

Por otro lado, no se si darle las gracias por eso. Entiendo que esto sonará increíblemente extraño y que no tiene ninguna lógica, pero al menos no tengo una imagen de mi hija ensangrentada, hinchada y mutilada abandonada en un callejón... En realidad desearía no tener solo imágenes de ella y tenerla aquí a mi lado en este momento... Pero la vida no es perfecto, ¿cierto, señor Asesino?

Por más bizarro que parezca y por mucho que me aborrezca a mí mismo en este momento por lo que estoy haciendo, debo agradecerle de nuevo. Este duro episodio ha hecho que mi familia se haya unido otra vez; que hayamos vuelto a ser eso, una familia; que sintamos el apoyo y el calor del otro. Ojalá usted pueda sentir eso, señor Asesino... Ojalá.

Desearle mal no devolverá a mi hija, así que no tiene sentido. Tampoco lo tiene que nos pida disculpas, pues el daño, el inmensurable daño, ya está hecho. Rezaré por usted, señor Asesino, rezaré por su alma y por su mente...

Rezaré por su paz espiritual y por su cordura, porque sé que una vez que el arrepentimiento toque la puerta de su razón y usted le deje entrar, no lo abandonará hasta su último día. Rezaré por que la luz aparezca en su vida, porque cuando entienda lo que ha hecho el sol no brillará más para usted.

Se despide, estimado señor Asesino, el padre de la niña que usted mató hace unos meses, deseando con todo su corazón que usted nunca pase por algo parecido a lo que yo estoy atravesando, pues no tengo duda de que usted nunca lo soportaría.

Que tenga un feliz día...

sábado, 31 de julio de 2010

"Hope I die before I get old..."

De izquierda a derecha: Pete Townshend (guitarra),
Roger Daltrey (voz), Keith Moon (batería) y Jon Entwistle (bajo)
The Who es simplemente una de las bandas de rock más importantes de la historia. Con sus composiciones han sabido dejar una huella imborrable en la historia de este género musical y han marcado toda una tendencia y estilo.

Es una banda a la que admiro muchísimo. Tanto como conjunto, como individualmente. Admiro a Roger Daltrey por ser uno de los pocos músicos dentro del género del rock que se ha mantenido toda su vida alejado de las drogas. Admiro a Pete Townshend por la capacidad creativa tan bestial que tiene ese pana; casi todas las canciones de The Who son compuestas por él. Admiro a John Entwistle simplemente por ser una bestia del bajo, un monstruo. Y admiro a Keith Moon porque lo dejaba todo, absolutamente todo el escenario.

En 1965 publicaron su primer álbum, "My Generation". La canción que le daba el título al disco rápidamente se convirtió en un clásico de la banda y del rock en general. Es una canción de protesta... de compañerismo... es una voz que unió (y une) a todos los jóvenes que pertenecen a una misma generación, sin importar cuál generación sea. Eso es lo maravilloso de la canción, que aplica a casi todas las generaciones. La canción tiene una frase que capturó especial atención por parte de los fanáticos y la crítica. La mítica "Hope I die before I get old (espero morir antes de hacerme viejo)".

Los jóvenes la cantaban a todo pulmón. Los menos jóvenes y más conservadores la tomaron como una especie de mensaje suicida y no les agradaba para nada. La polémica se incrementó cuando, en un programa de televisión, le preguntaron a Roger Daltrey si de verdad esperaba morir antes de envejecer, a lo que él tranquila y serenamente respondió "sí". Ahora bien... después de un poquito de historia, a lo que de verdad va la entrada jajajaja... la manera en que yo veo esa frase...

Para mí, la frase no tiene que necesariamente querer decir que quiero morir antes de los 60... antes de los 70... simplemente es querer morir antes de que el corazón se marchite (sé que estaré sonando increíblemente ridículo en este momento), antes de que las esperanzas se apaguen y se vayan las ganas de vivir.

Si bien el envejecimiento es un proceso básicamente fisiológico (y creame que de este asunto me tocó aprender un pelo jajajaja), los libros, la gente, siempre habla de un envejecimiento de la mente. De una manera de mantener la mente en forma. De no dejar que los cambios físicos y ambientales que vienen con la edad minen del todo las capacidades mentales de la persona. Cuando se sucumbe a toda la tristeza, angustia, impotencia y demás circunstancias que traen los años, es cuando de verdad se empieza a envejecer y cuando se empieza a limpiar el camino para la muerte.

Pero tampoco el mantenerse joven quiere decir que la persona tiene que seguir haciendo las cosas que hacía cuando tenía menos años encima. Siempre me ha parecido algo de mal gusto ver a gente mayor haciendo el ridículo sólo por parecer que son más jóvenes. No. No se trata de eso... No se puede llegar a ninguno de los extremos. Todo se trata de equilibrio. De tener consciencia de que cada vez son más años a cuestas, pero de que no por eso hay que echarse a morir, que todavía hay posibilidades.

Los pasatiempos son una opción. Seguir realizando actividades relacionadas con el trabajo, en caso de que a la persona le guste el trabajo. Hay miles de salidas para que la persona se pueda mantener activa, y siga pareciendo "joven". Intentar lograr sueños de la juventud, de la infancia (todo dentro de eso que ya hablé antes de mantener una actitud acorde a la edad), viajar, conocer... No hay razón por la cual convertirse en un despojo humano... Al menos no tan temprano jajajaja.

Es para mí eso de lo que habla esa frase de "My Generation". No dejar que el peso de los años te doblegue y te haga perder todo deseo de seguir luchando... De seguir teniendo una vida plena y llena de alegría... Desde ese punto de vista, yo también "deseo morir antes de envejecer". Morir con una sonrisa y recordando con felicidad todo lo que he hecho en mi vida. Morir con la certeza de que no me convierto en una carga para nadie. Morir pensando que todavía quedaron cosas por hacer, pero que ya habrá otra vida para lograrlo. Morir sabiendo que mi espíritu, mi alma, mi mente aún están jóvenes y en forma para un viaje más...

Pero en fin, ese es sólo mi humilde punto de vista. No se qué podrían opinar ustedes... Un abrazo y espero que también mueran antes de envejecer... si se puede tomar eso como un cumplido, que espero que sí jejejej Hasta pronto... 

lunes, 5 de julio de 2010

Realities de Cuentos de Hadas

Pues hace unos días estaba matando tiempo con un juego que está basado en cuentos de hadas y en un punto hacían un chiste en el que mezclaban personajes de estos famosos cuentos y los reality shows que están tan, tan... tan, tan, tan... tan... tan extremadamente de moda hoy en día. Entonces decidí seguir perdiendo tiempo imaginándome cómo serían algunos de esos realities... Esto es más o menos lo que concluí...

Living with the Dwarves: En este programa Blancanieves es puesta en una casa con siete enanos. Seremos testigos, episodio a episodio, de las situaciones a las que debe enfrentarse la jóven princesa al lidiar con siete enanos mineros de personalidades totalmente distintas. "¿Podrá Blancanieves tener la comida a tiempo? ¿Será capaz la jóven de mantener todas las habitaciones limpias? Averigüenlo en el próximo capítulo de Viviendo con los Enanos". Lástima que en uno de los capítulos finales Blancanieves se comió una manzzana de los galpones de Mercal, le dio una clase rara de dengue y la tuvieron que poner en una urna de cristal para cuidarla. Sólo hubo una temporada.

Hansel y Gretel al Extremo: Dos aventureros hermanos que piden que los lleven a los lugares más remotos del mundo, defendiendo que son capaces de volver únicamente siguiendo el camino de migas de pan que han dejado. En cada capítulo, Hansel y Gretel nos entregan aventura y peligro, grabado con sus propias cámaras de mano para imprimirle más realismo a la cuestión. La serie se cortó a la mitad de la quinta temporada, cuando Hansel y Gretel encontraron una extraña casa de chocolate en el medio del bosque y decidideron entrar a pedir un poco de agua. Aún esperamos información de ellos.

My life in a Tower: Una cámara, una adolescente y sus confesiones. La dulce Rapunzel nos cuenta de primera mano cómo es vivir atrapada en lo alto de una torre, sin poder ser una muchacha normal; nos cuenta sobre lo doloroso que es asomarse por la ventana y ver cómo todos juegan y se divierten y ella no. En la segunda temporada el reality se hace realmente interesante cuando Rapunzel descubre que su cabello ha crecido tanto que puede lanzarlo por la ventana y hacer que el chico que le gusta suba a visitarla. Eventualmente, Rapunzel se convertirá en protagonista de 16 and Pregnant, cuando "misteriosamente" (al menos para quienes la mantenían vigilada) la jóven rubia queda embarazada a la corta edad de 16 años.

The Shoe of Love: 15 competidoras, un Príncipe Encantador y un par de zapatillas de cristal que llenar. En este apasionante programa seguiremos la búsqueda de amor de un príncipe desesperado. Veremos cómo las doncellas son sometidas a distintas pruebas para, al final, recibir el ansiado par de zapatillas de cristal y el amor del Príncipe Encantador. El programa se va a la mierda cuando, en el último episodio, la ganadora intenta ponerse las zapatillas y no le quedan. La producción luego informa que a la única participante a la que le entraban los zapatos, Cenicienta, fue la segunda en ser eliminada por el Príncipe, alegando que "era una buena chica, pero no estaba dejando conocerse". Triste.

Porcine Makeover: Tres cerditos arquitectos que compiten por ver quién construye la mejor edificación. Veremos el esfuerzo, las alegrías y las lágrimas de los cerditos en todo el proceso de construcción. a prueba de fuego es en el último episodio, una vez que todo está construido, cuando llega el Lobo Feroz a soplar cada una de las viviendas para decidir el ganador. El resto es historia.

Y podría haber más y más pero creo que nadie seguiría leyendo jejeje. Ojalá les haya gustado y se sigan imaginando Realities de Cuentos de Hadas. Nos vemos... Éxito...

martes, 29 de junio de 2010

Carta (Eterna Promesa)

Querido César,

Una vez más me encuentro acurrucado, lleno de miedo y ansiedad, en un rincón de la oscuridad que ocupa toda mi mente en este momento. Otra vez estoy tratando de huir de la realidad, pero de nuevo me doy cuenta de que las situaciones reales son mucho más fuertes que cualquier barrera imaginaria que me pueda inventar. Ojalá pudiera escapar…

Vuelvo a darme cuenta de que soy un cobarde. De que mi gran miedo es a la vida y a todo, todo lo que ella trae consigo. Le temo al fracaso, porque sé que no podría soportarlo, que soy mucho más frágil de lo que me gusta aparentar y un traspié, por simple que sea, podría derrumbar toda la estructura de mi autoconcepto.

Le tengo pavor también al éxito, porque no sabría cómo manejarlo. Siempre me he esforzado por mantenerme en el anonimato y ahora reclamo un reconocimiento que, por habilidad y virtud tal vez debería merecerme, pero que por actitud, por cobardía me deberían negar día tras día tras día. No debería recibir nada y aprender que el éxito es para aquellos que han trabajado por conseguirlo y saben qué hacer con él.

No soy más que un llorón quejándose de que debería estar recibiendo más, pero que no se esfuerza por conseguirlo. Un inútil que espera que del cielo le caigan todas las soluciones y decisiones, cuando en la vida, todo se gana luchando. La vida… que miedo le tengo…

Pensé que era un genio por haber aprendido a vivir sin tomar riesgos, por dominar el arte de evitar los fracasos. Ahora me doy cuenta de que debería estar avergonzado de esa actitud, pues quien siempre va por el camino seguro, obtendrá la recompensa promedio para todo y abandonará este mundo sin pena, sí, pero sin ninguna gloria.

Debí haber aprendido que todos esos golpes, esos fracasos que tanto lamenté, eran las lecciones perfectas para afrontar la vida de una manera diferente. No como yo pensé en su momento, que eran señales que me guiaban a llevar una vida súper hedónica de evitar el dolor a toda costa. Con la diferencia de que en mi caso, el encontrar la satisfacción era opcional, un “bonus” que venía con el “gran logro” de escapar de la situación dolorosa.

No me acordé de los diamantes, que sólo alcanzan esa belleza de ensueño luego de las repetidas fricciones y golpes a los que son sometidos. Me convertí en una eterna promesa de eso que podría llegar a ser pero que, para mí, nunca fui.

Como siempre, las lágrimas son las que firman estas palabras. Lágrimas que son el grito de auxilio de un alma frágil que se ha dejado malograr por estupideces… ojalá algún día pueda sanar, superar sus miedos y brillar…

Zackary Makarios.

domingo, 6 de junio de 2010

La Visita

Sonó el timbre y de inmediato supe que era ella. Abrí la puerta y efectivamente ahí estaba: alta, esbelta, con aquella magnífica túnica negra de telas finas, delicadamente confeccionada. En su mano derecha sostenía con firmeza una brillante hoz que se mostraba por demás intimidante.

Al principio me asustó, pero luego entendí que no tenía ningún sentido tener miedo en ese momento. La invité a pasar. Ella, amablemente, accedió. Tenía una voz profunda, grave... una voz bastante masculina para ser llamada "ella". Su voz además transmitía segurdad, confianza... lo que resultaba verdaderamente paradójico.

Pude notar que tenía muy buenos modales. Esperó de pie hasta que le indiqué dónde se podía sentar, tuvo mucho cuidado de no causar ningún daño a mi casa con su enorme hoz y, luego de haberse ubicado, tuvo la delicadeza de quitarse la capucha, para que pudiera ver su cara.

Parecerá descabellado pero, en esa blanca calavera, pude ver el destello de una sonrisa bondadosa. No podía dar crédito a la sensación de seguirdad que aquel personaje inspiraba. Luego lo entendí: esa habilidad para infundir seguridad era necesaria para que las personas se fueran con ella sin rechistar.

Le dije que estaba preparando café y me contestó que me agradecería encarecidamente que le sirviera una taza. Así lo hice. Muy curioso fue el hecho de que ella tomara la taza y se limitara a sostela firmemente entre sus largos dedos. Cuando se dio cuenta de que la observaba con extrañeza, me contestó que aquella bebida era lo único que le calentaba en noches tan frías como esa.

Me miró por unos instantes y luego me preguntó sobre el estado de mis asuntos en la Tierra. Como si ella no lo supiera ya. Le expliqué cómo iba todo. Mis proyectos, mis metas, mis deudas, compromisos, logros, fracasos... Se mantuvo en silencio por otro rato. Ya se hacía molesto. Estaba empezando a asustarme.

Luego soltó una risotada alegre, pero igualmente horrorosa. Su risa infundió un miedo terrible en mí y estuve a punto de gritar como un niño aterrorizado. Cada objeto, cada fibra de mi casa tembló, como si la edificación se hubiera asustado también.

Se levantó, todavía sonriendo, y se acercó a mi perro. Me dijo que en realidad era por él por quien venía, pero cuando vio mi cara de susto al momento en que le abrí la puerta, no pudo evitar gastarme una pequeña broma.

Tomó al animal y, antes de irse, dejó sobre mi mesa un hermoso reloj de arena. "Un regalo" dijo que era. Pero yo sabía que al final, mi hora llegaría cuando cuando el último grano cayera...

viernes, 28 de mayo de 2010

Lluvia de Reflexión...

Aquella extraña lluvia parecía que caía dentro de mí. Que no mojaba las casas ni las aceras, que no caía en los árboles no en la tierra. Esa lluvia parecía caer dentro de mí, y cada gota iba mojando uno por uno mis pensamientos.

Era una lluvia cálida. Era una lluvia que le dio calor a mi alma y, a pesar de lo nublado que estaba afuera, esa lluvia le trajo claridad a mis sentidos. Esa lluvia me trajo entendimiento.

Era imposible cansarme de esa lluvia. No sabía de dónde venía. Nunca lo supe. Perono quería que escampara. No en ese momento en el que tenía tanta lucidez y sentía que estaba viendo la realidad por primera vez.

Era una lluvia dorada. Una especie de cascada de oro que le fue dando color y riqueza a mis emociones. Esa lluvia hizo que cada momento valiera la pena...

Cada vez que una de de esas gotas me tocaba, le daba más coherencia a todo lo que pasaba a mi alrededor. Aquella lluvia me trajo un conocimiento que nunca había tenido.

El calor de esa lluvia y la sabiduría que trajo me hizo confiar. Confiar en que, incluso de los peores momentos, algo bueno puedo sacar.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Star Rain (Longing)

Through the flames I could see
the beauty of her being.
That sweet breeze brought me
the scent of her soul.

She was a Star,
she made me believe again.
She was a Star on Earth,
so she couldn't stay at day.

The moon
put her in my way.
And then the sun came
and took her away.

Now I long for the night
to see the bright of her eyes.
Now I pray for the dawn...
I pray for the dawn to never come...

lunes, 10 de mayo de 2010

Juegos de Mesa...

Una de las maneras más comunes de pasar tiempo en familia es uniéndose para jugar uno de esos juegos de mesa o de tablero que tanta diversión y cohesión traen al núcleo familiar. Además, estos juegos ayudan a los niños a desarrollar sus habilidades mentales y sirve a los adultos como una ventana por la cual escaparse de la vida diaria y revivir su juventud.

Todo esto suena muy bonito, pero tiene un pequeño error: es todo mentira. No hay entidad más demoníaca que los juegos de mesa (de hecho creo que Hasbro es una especie de secta satánica). No son ningunas ventanas para revivir la juventud, son portales que sacan a flote lo peor de cada persona, convirtiéndolas en entes malignos cuya única misión es destruir y humillar al otro... ¿Crees que exagero? Ahí van tres ejemplos....

- UNO: UNO... La maldad hecha cartas. Un aparentemente inocente juego familiar cuyo único propósito real es traer a la mente de los jugadores los malos recuerdos más remotos y vengarse a través de "pierde turno" y "carga cuatro". Sólo basta que se repartan las cartas para que todos se transformen. Es algo que puedes ver claramente, con sólo prestar un poco de atención: se sientan correctamente, sus músculos se tensan, su oído se agudiza, la mirada cambia (puedes ver una sombra en sus ojos), y aparece en la cara de los demás jugadores una sonrisa que sólo aparece cuando llega el día de las madres y no tienes regalo... hay problemas.

Luego de este cambio físico, viene el cambio cognitivo: casi puedes escuchar el cerebro del otro trabajando a toda máquina, procesando cómo darte todo el mazo en una sola jugada. Lo peor del caso es que sabes que en ningún examen del colegio/liceo/universidad, su cerebro trabajó o trabajará de esa manera. Luego, el otro empieza a hablar con el tono de voz que utiliza para pedirle prestado algo a sus padres, alerta amarilla. Después, con ese mismo tono de voz, empieza a hablar del tipo de cosas como "¿recuerdas, hermanito, aquella vez en que rompiste mi muñeca?", "¿te acuerdas tía, cuando me castigaste por jugar fútbol en la sala?"... y de paso insisten en que esos eventos son graciosos... alerta roja... Justo después de ese momento de nostalgia viene un desfile de cartas en el que no entiendes nada, sólo que cada vez tienes más tarjetas en la mano, hasta que te ahogas en un mar de números y colores... y de fondo la risa psicótica del otro jugador. Creepy.

- Monopolio: "Si quieres saber cómo es alguien realmente, dale poder", pero si eres como yo y no tienes poder que ofrecer, simplemente ponlo a jugar monopolio. Surtirá el mismo efecto. ese malvado juego, además de interminable y fastidioso, saca una personalidad oculta del otro,, un demonio que vendría a ser la mezcla de Donald Trump, Gene Simmos, P. Diddy y Rico McPato.

Una vez comenzado el juego, se observan más o menos los mismo cambios que se presentan al empezar a jugar UNO, pero el rasgo característico aquí es cómo, justo al iniciar o progresivamente mientras avanza el juego, la persona se aferra con furia al dinero de mentira, como si su vida dependiera de ello... qué con eso... WTF??!!! xD

Las primeras vueltas son tranquilas, pero en realidad son los momentos en los que se va sembrando la semilla del mal. cada vez que la persona cae en una propiedad libre, sus ojos brillan, aparece la risa diabólica y, en algunos casos, se les hace agua la boca. Compran y compran propiedades y uno, que no le ve sentido al juego, cree que es una estupidez lo que están haciendo... grave error...

En las siguientes vueltas comienza el infierno de alquileres e impuestos, cárcel y la estúpida "casualidad, causalidad" que, cuando no tienes dinero, siempre te lanza algo en contra. Y la avaricia del que va "ganando" el juego crece y crece: casas, hoteles, centros comerciales, aeropuertos, pueblos... todo lo que puede comprar y lo que no, lo compra, con tal de tener todo el dinero del juego.

Lo peor del caso es que el juego continúa, comandado por ese que lleva la delantera, hasta las dos de la mañana, cuando ya todos están dormidos y hasta el banco le debe dinero... Ahí es cuando dice "bueno... seguimos mañana"... Sí... Espera ahí sentado...

- Scrabble: Uno de mis juegos favoritos... y sin embargo no es menos diabólico que los demás. El Scrabble es especialmente peligroso porque juega con el conocimiento del lenguaje, de la lengua materna, por lo que un mal desempeño en este juego podría resultar lapidario.

En lo que pones tus fichitas en el atril, comienza la pesadilla. Especialmente los adultos, comienzan a sonreír con sorna y te miran por encima de la montura de los lentes con una cara de "¿seguro que quieres jugar?". Luego empiezan a ordenar sus fichas, poniéndote presión, tú en tu atril no ves más nada que palabras en griego.

Empiezas el juego y ya con la primera palabra el otro tiene "triple comodín de palabra" y ya te va ganando por 30 puntos... tú todavía no tienes idea de qué palabra armar... y el otros e ríe entre dientes y toma un traguito de vino...

Cada palabra jugada va apoyada con una frase del tipo "yo te digo que leas el periódico...", "si supieras usar el idioma correctamente, sabrías que esa palabra es imposible", "yo entiendo que todavía masticas el idioma" o la más hiriente "jejeje, pobrecito...". De paso, en esos momentos te aparecen letras como ch, z, w... sí, valen muchos puntos, ¿pero qué estúpida palabra lleva esas letras?

Al final, cuando ya estás sudando frío, el otro decide que lo dejan hasta ahí y tú piensas que ha sido un gesto de bondad y generosidad, pero no... Dentro de la realidad demoniaca que el otro está viviendo, eso es simplemente una demostración de su superioridad ante ti... #@$!!?!!!?!

Ok... ahí están mis ejemplos... La idea no es que dejes de jugar... no... Sino que la próxima vez que empieces una partida de alguno de estos juegos u otro parecido, tengas en cuenta del poder que tienen sobre ti y los otros... Y tomes tus precauciones...

Mantente hidratado... trata otros temas que te alejen del juego... y cuando veas que alguien ya lo está perdiendo... ehcale agua en la cara y recoge el juego... Pendientes por ahí con lo que juegan o.o Suerte...

jueves, 6 de mayo de 2010

La Bestia en la Bella

En mis ojos ella encuentra tranquilidad. No sé cómo lo hce entre tanta oscuridad. Ella encuentra paz en mi mirada. Se siente acompañada.

Sus ojos son para mí un misterio: encierran miedo, angustia, incertidumbre, inseguridad; pero en el fondo se puede ver ese dulce brillo esperanzador, propio de los ojos en los que yace la ingenuidad infantil.

Sus pequeñas y temblorosas manos se aferran con fuerza descomunal a mis brazos cuando se acerca la noche. Me pide protección, pero creo que es más el calor y el consuelo que obtengo de ella que lo que puedo protegerla de sus miedos.

Bella es su nombre, y no puede ser de otra manera: desde el momento de su nacimiento ha sido la niña más hermosa de toda la región. Su belleza tan pura y holística ha causado envidia y devoción en igual proporción, al punto que alguien lazó sobre ella una maldición: una noche cada 28 días sale a flote lo más oscuro de su jóven corazón.

Todavía es muy pequeña para entender que es una sóla noche por mes que ocurre la transformación, por lo que ahora le teme a la noche en general y a cualquier tipo de oscuridad. Cada vez que se pone el sol me pregunta "¿esta noche vendrá la bestia?", y a pesar de que le respondo que no, me pide que no la deje sola hasta que el sol aparezca otra vez.

Triste es esa noche que tengo que contestarle que su más grande temor se hará realidad. Bella rompe a llorar en seguida, callada pero desconsoladamente, y no suelta mis manos hasta que siente que está sucediendo y debe alejarse.

Más de una vez ha escapado de los límites de nuestros terrenos dentro de esa locura que la embriaga. He tenido que ir a buscarla al pueblo, haciendome paso entre la muchedumbre y sus comentarios, que son tan hirientes que casi puedo sentirlos desgarrando mis órganos; y la encuentro ahí, dulcemente dormida, en medio de una estela de destrucción total.

La tildan de monstruo, de bestia. Ahí es que puedo ver cómo es la gente realmente. Cómo su envidia les hace juzgar a alguien por una característica que nisiquiera es propia de esa persona, por encima de todo lo bueno que tiene para dar.

Pocos son los que la reconocen por lo que es. Los que saben ver su luz y aún la llaman Bella en lugar de cualquier otro título despectivo. Son pocos los que saben que lo único que se puede obtener de ella al acercarse es aprendizaje, no daño.

Mi miedo es que semejante estado debilite su mente y la lleve a la locura, pero a la vez confío en que el brillo de su ser podrá sobreponer cualquier oscuridad que se quiera imponer. Me conformo que saber que cada noche de luna llena se libera la Bestia... Pero por el resto del mes es Bella quien gana la guerra...

lunes, 3 de mayo de 2010

Duelo: V.- Aceptación, Epílogo

Ahm bueno... ya la última etapa del duelo del pana... y pues... un pequeño epílogo que se supone que debe explicar cómo terminó la historia del negro en cuestión jejeje...



V.- Aceptación.

La vida es corta y hay que vivirla... Cómo tardé en darme cuenta de eso. Tuve que caer en lo más profundo de un abismo interno para entenderlo. Tuve que tocar fondo para darme cuenta de que ya lo único que podía hacer era subir, nadar con fuerza hacia ese tenue guiño de luz que me llamaba caprichosamente.

Poco me enseñaron mis padres, pero una de las cosas que aprendí de ellos en el poco tiempo que los tuve cerca, es que si vas a hacer las cosas, hay que hacerlas bien, lo mejor posible. Yo he decidido seguir ese sendero de sangre que me han asignado, y estoy dispuesto a ser el mejor.

Por años propios y extraños temblarán con simplemente pronunciar mi nombre. Mi imágen será el símbolo del miedo y a la vez será sinónimo de perfección al actuar. Mi leyenda tomará fuerza por sí sola, y llevará todo un rastro de terror y admiración hasta el último rincón de la Tierra.

Que vayan preparándose todos. Cuiden sus espaldas y vigilen sus pasos. Teman a cualquier sombra de la calle, eviten cualquier pasaje oscuro... Por fin he decidido tomar mi guión e interpretar mi papel...

- Epílogo

Otra noche fría y oscura en Londres. Una noche floja de trabajo para Mary Ann, que esperaba algo impaciente en Whitechapel Road a que llegara su primer cliente. Tenía tantas cuentas por pagar, tantos problemas, que había decidido abordar al primero que se acercara, con el único fin de obtener dinero lo más pronto posible.

Pasados unos minutos apareció en la calle una figura alta y esbelta. El hombre caminaba con gracia y delicadeza pero a la vez con una decisión impoente. Por sus ropas, Mary Ann concluyó que era un hombre adinerado.

Ese era. Sus plegarias habían sido escuchadas. Su suerte había empezado a cambiar. Decidió abordarlo. Triste error que cometió. Ella no se pudo fijar, por supuesto, en el afilado cuchillo debajo del abrigo del hombre ni de su increíblemente maligna mirada...

- Buenas noches guapo. ¿No crees que es una noche muy fría para pasarla solo?

- Es posible que sí... tal vez tienes razón.

- Por suspuesto que tengo razón. Y dime, ¿cómo te llamas?

- Jack... Mi nombre es Jack...

La leyenda había empezado...

lunes, 26 de abril de 2010

Duelo: IV.- Depresión

Mucho tiempo después... tarde pero seguro jeje... creo que este va compitiendo con "Ira" en cuanto al que más me ha gustado o.o... enjoy

IV.- Depresión

Sólo unas cuantas palabras bastaron para desorientarme por completo. No supe de blanco o negro, arriba o abajo, frío o calor... bien o mal. Antes de poder advertirlo había sido lanzado a ese absurdo espacio gris, donde flotaba sin sentir absolutamente nada... y donde el fin justifica cualquier medio.

La confusión es inmensa. Resulta que eso de lo que escapaba es exactamente hacia donde me dirigía. Que lo que tenía por modelo, es el principal referente de lo que tenía por "lo que nunca debía ser". De sólo intentar analizar el asunto me da dolor de cabeza.

El mapa que me había trazado para conseguir la vida que soñé desde muy niño se convirtió en un gran chiste. ¿Y ahora qué? ¿Esconderme otra vez? ¿Quedarme encerrado hasta que ese destino ineludible me alcance al fin? Otra vez al inicio... Otra vez a esa detestable oscuridad.

Toda esta lucha por tomar las riendas de mi futuro... Y resulta que ahora siento que tengo menos control que nunca. Soy sólo otra marioneta en esta gran farsa; y como toda marioneta, no tengo voluntad propia: estoy a merced del guión que mi titiritero ha preparado.

Me siento inútil... Estúpido, incapaz, prescindible, desechable, descartable, impotente, inepto... E inútil una vez más. En vez de estarme quejando debería estar haciendo algo para enmendar la situación. Pero, ¿para qué? ¿De verdad vale la pena el esfuerzo? Igual luego la realidad me alcanzará... No hay ningún sitio en donde pueda escapar de algo que en realidad llevo dentro de mí.

¿Por qué siento esta tristeza? ¿A qué se deben estas lágrimas que bajan con dolor por mi rostro? ¿Acaso es mi cuerpo lamentándose por la muerte de mi mente, de mi espíritu? ¿Será mi cuerpo presentando sus últimos respetos ante mis sueños desbaratados? ¿Es mi cuerpo dándole una especie de extrema unción a esta débil alma agonizante?

Huí de ellos y la incertidumbre, la rabia y las ansias de venganza no me dejaron en paz por un momento. Fui hacia ellos y la desilusión, la desesperación y el miedo debilitaron mi razón por completo... ¿Hacia dónde corro ahora?

Creo que lo mejor será quedarme aquí... Atado a esta cama con las cuerdas de autocompasión que delicadamente he tejido. Aquí me quedaré. Aquí estaré dejando que la vida pase... Esperando que pase y que, con algo de suerte, en su camino, se olvide de mí...

martes, 13 de abril de 2010

Duelo: III.- Negociación

Aja... mil años después la tercera parte jajajajaja

III.- Negociación

- Para no saber nada del negocio te desenvuelves muy bien. Mírate. Parecías una máquina: quien caía en tu vista caía muerto. Todo ese ímpeto me emociona. Sin embargo aquí estás, atado, desarmado e indefenso. De verdad muchacho ¿qué pretendes?, ¿qué buscas?

- Al principio quería venganza. Creo que esa necesidad ya está satisfecha. Ahora sólo quiero decir que no estoy dispuesto a seguir tus órdenes. Quiero poder vivir en paz. Quiero mi libertad.

- Jajaja, que quieres vivir tu vida en paz dices. Pero si has tendio paz todo este tiempo, ¿o alguna vez has visto a alguno de mis hombres detrás de tí?. Que quieres libertad, ¡siempre has sido libre! Y te lo demuestro. Tienes la libertad de elegir entre dos opciones: o sigues lo que te propongo y vives feliz, o no me haces caso y mueres jóven. La decisión es totalmente tuya.

- No quiero seguir lo que tú propones. Quiero poder elegir mi propio camino. Quiero ser yo quien dirija mi destino.

- La mayoría de las personas burdas y normales quieren eso muchacho. Y terminan teniendo una vida miserable y sin brillo. Yo en cambio te ofrezco un destino de grandeza ya hecho a tu medida.

- Prefiero vivir en la miseria y en paz, en lugar de tener fortuna a costa de la vida de otros. No soy un asesino.

- ¡Que no eres un asesino! Pero si hoy has matado a diez de mis hombres. Te has movido con soltura entre toda esa maraña de sangre y gritos. Eras uno con tu arma, y de seguro, aunque no lo quieras admitir, sentiste placer al ver cada una de esas vidas expirar. Ser asesino no es algo que eliges, es algo que eres.

- Te equivocas. Nadie "es" al momento de nacer. Todos tenemos la oportunidad de escoger un camino. Yo, por ejemplo, quiero ser como mis padres.

- Muchacho... ¿Qué crees que eran tus padres? ¿Por qué crees que terminaron como terminaron? Tus padres eran exactamente como tú. Asesinos. Ellos eran de los mejores. pero un día se les ocurrió llevarme la contraria. Les advertí que siguieran bajo mi tutela, pero seguían empeñados con eso de "llevar una vida normal". Quiero que te veas en ese espejo, hijo. No cometas el mismo error que ellos.

- Pero no puede ser. Tienes que estar mintiéndome, ¡tiene que haber una manera de escapar de tí!

- No, no te miento. De hecho es lo último que haría. Quiero que veas todo como es en realidad y puedas tomar la elección correcta. La mejor opción que puedo ofrecerte es que te unas a mí.

- Ya te demostré de lo que soy capaz. Ya te complací. Ahora déjame ir. No tengo nada más que ofrecerte.

- Muchacho entiende. No soy yo quien tiene el poder de decidir qué vas a hacer. Yo soy sólo un instrumento. Tú escoge cuáles serán tus acciones... y acepta las consecuencias.

martes, 6 de abril de 2010

Duelo: II.- Ira

Pues, segunda parte de la historia... lean, disfruten y comenten por favor jejeje

II.- Ira
Ya ha sido suficiente tiempo escondièndome, torturándome a mì mismo con preguntas que, aquí enclaustrado, nunca podré responder. Ya ha sido suficiente tiempo huyendo. Ahora es momento de girarme y caminar hacia ellos.

Ha llegado la hora de buscarlos, de seguir su pista, de sacarles la verdad, de que me devuelvan mi vida. Llegaré hasta ellos antes de que me alcancen, sin importar a quien tenga que sacar del camino para lograrlo.

Mi mano se cerrará alrededor de sus cuellos y les haré pagar, poco a poco, todo el dolor que me han causado. Sus cuerpos arderán con gracia en hambrientas llamas que yo mismo cuidaré con recelo. Siempre dicen que hay que temerle a quien no tiene nada que perder, pues aquí está un hombre a quien le han arrebatado todo y ya no conoce límites.

No habrá fuierza natural, ni mucho menos humana que pueda detenerme hasta no encontrarme cara a cara con el asesino de mis padres y verlo morir mientras su asquerosa sangre se derrama lentamente, mientras me mira con súplica en sus ojos, mientras trata de pedir misericordia con su último aliento.

Hoy comienzo a correr hacia ellos y no bajaré el paso hasta no haberlos aplastado y usado como pavimento de mi camino, pues su destrucción es mi único descanso, su desaparición será lo único que calme esta furia que quema dentro de mí.

lunes, 5 de abril de 2010

Duelo: Prólogo, I.- Negación.

En estos días me pasaron un pequeño videito de una jirafa bastante graciosa jajaja en la que se reflejaban las famosas cinco etapas del duelo. El video me recordó un proyectín que yo tenía desde hace tiempo, relacionado con ese tema... No se si es por el hecho de que ahora existe el blog, pero últimamente me ha resultado poco más que imposible escribir en verso jajaja, así que volví a escribir en prosa *o*... La idea es contar la historia desde el concepto de las fases del duelo y tal, así que iré publicando fase por fase mientras las vaya escribiendo. Esto que viene a continuación no es nada del otro mundo... pero digamos que es un gran borrador, ojalá les guste...

- Prólogo
Cuando por fin llegó la calma, se pudo apreciar la apocalíptica escena: sangre en cada centímetro de la casa; cada mueble, cada cuadro limpiamente destrozado; los cuerpos de un hombre y una mujer mutilados y acribillados y un asustado niño observando las palabras escritas con la sangre de sus padres: "camina con cuidado, te tendremos vigilado, elige nuestro bando y no acabarás destripado".

I.- Negación

Aun me despierto en las mañanas con los gritos de mis padres taladrando mis oídos y la imagen de su sangre salpicando en todas direcciones fuertemente grabada en mi retina. Aun no lo creo. Me parece poco menos que imposible semejante escena tan bizarra.

Aun retumban con estruendo en mi mente esas palabras rubí en la pared, esa sentencia, ese dictamen, ese mandamiento que me persigue, me atormenta y me amenaza con ser como ellos... Y eso, aún, tampoco puedo ni quiero creerlo.

No me es posible aceptar el hecho de que tengo que matar para poder conservar mi vida. En qué cabeza cabe que cada paso que doy es vigilado y que si no cumplo con lo que ellos me han encomendado yo seré el próximo en una larga lista de asesinatos.

¿Qué clase de pesadilla estoy viviendo? Parte de un juego donde no soy dueño de mis propias acciones... Además este taimado grupo de matones está acechando, esperando el más mínimo error para utilizar mi sangre en su próxima obra de arte.

Por ahora debo mantenerme en silencio, quedarme en las sombras, mantenerme en secreto. A pesar de que me he acostumbrado a toda la ansiedad, la angustia, el miedo, sigo pensando que esta no es la realidad que me corresponde, no es la vida que merezco.

miércoles, 31 de marzo de 2010

¿"Te extraño" o "Me haces falta"?

Pues ambas son frases que se usan para expresar afecto a una persona con la que no hemos tenido contacto en mucho tiempo. Se utilizan para hacerle ver a esa persona que el puesto, el cuarto, el asiento, el cubículo que dejó vacío "duele" para los que se quedaron. Ambas frases se usan exactamente para el mismo fin pero mi pregunta es "¿de verdad significan lo mismo?", y la respuesta a la que llegué fue "no".

Para mí, estas dos frases tienen un trasfondo totalmente diferente, y creo que uno puede demostrar dos maneras muy diferentes de cariño, de afecto, de amor, dependiendo cuál de estas frases usas cuando te encuentras con alguien a quien no has visto en cierto tiempo. Aquí les explico un poco cómo lo veo...

Desde mi punto de vista "te extraño", es una frase bastante sentida, sin embargo, no tiene la misma carga sentimental que "me haces falta", lo demuestro con un ejemplo simple: la gente fácilmente puede decir "hm... extraño el reproductor de mi carro" o "vaya... extraño la pequeña campanita que tenía mi bicicleta"... o también pueden decir "me hace falta la batería del carro" o "me hace falta una rueda de la bicicleta"...

Obviamente el radio de un carro o la campana de una bicicleta son cosas que tal vez harían más cómodo, divertido el viaje, o harían ver mejor tu carro o tu bicicleta... son cosas que "extrañarías" si no están, sería triste que no estén... pero aún el resto del aparato anda...

En cambio... cuando hablamos de la batería del carro... o de la rueda de la bicicleta... son cosas simplemente indispensables para que alguno de estos dos transportes ande... "hacen falta" para que toda la maquinaria trabaje... para mí, pasa igual con las personas...

Hay quienes hacen tu vida amena, agradable, cómoda, divertida... y cuando no están, es triste... sientes que algo falta... pero el "carro" sigue... todavía la máquina puede andar; sin embargo están estas otras personas que más o menos te empujan, te sirven de apoyo... y cuando están lejos "hacen falta" para que puedas seguir trabajando igual...

La meta de esta entrada, más allá de escribir algo más en mi recién nacido blog jeje, es que vean cómo usan las frases y el mensaje que le están dando a las personas con sus palabras (es muy probable que haya varias entradas de este tipo jaja) y que antes de soltar un "te extraño" o "me haces falta" piensen bien lo que quieren decir, lo que significa esa persona... y dirigirle la frase adecuada y que refleje con mayor fidelidad lo que de verdad sienten...

Si tienes alguna opininión sobre lo que acabas de leer no dudes en comentar... lo que sea... desde insultos hasta invitaciones a cenar jeje... Nos vemos...

domingo, 28 de marzo de 2010

Dios no es el de antes

Dios... Dios está viejo. No como ya dijera Nietzsche de que el Todopoderoso ha muerto... no, no; de haber muerto esta humanidad tan defectuosa hubiera desaparecido en mucho menos de lo que le llevó desarrollarse. Simplemente, a mi parecer, Dios ha envejecido, Dios está cansado, Dios ya no es el mismo.

Y es que se puede ver claramente: terremotos, huracanes, incendios, inundaciones, erupciones... ¿no son cosas que en sus días mozos el Omnipotente podía manejar con una sola mano? Sin embargo hoy todos estos eventos se van de sus capacidades, como el anciano que ya no puede desempeñar sus actividades laborales.

Tal vez no es su culpa, así como no es culpa de ningún humano el hecho de tener una fecha de caducidad. A diferencia de que siempre hemos pensado que Dios es un producto no perecedero.

Puede ser que en esa magnífica semana de la creación, no se dio cuenta de que le estaba dando un poco más que un simple soplo de vida al mundo... y se le cayó su inmortalidad en algún lado. En el proceso de edificar su Opera Prima, olvidó cuidarse a sí mismo, y su esencia inquebrantable se rompió.

Pero podría yo ser un poco más osado y proponer que el Omnipresente pecó de humano, falló a su divinidad, y sufrió a un leve ataque de arrogancia al momento de la creación: Al ver que "todo estaba bien", no se le ocurrió crear un relevo para él. Pensó que era imposible que el ser que había ideado y materializado tanta belleza, perfección y armonía, sería incapaz de dominar su obra algún día, que necesitaría un segundo al mando, un aprendiz a quien pudiera legar todos sus conocimientos en el arte de "dominar una creación" y poder retirarse tranquilo, a disfrutar de una casa en la playa o la montaña.

Quizá también es que Dios se alimenta de la fe... pero eso que en algún momento llamamos "fe", hoy en día es una utopía digna del más elaborado cuento de hadas... Hubo una época en la que la gente moría en nombre de sus creencias. Aquel joven judío que clamaba ser el Hijo de Dios es uno de los principales referentes de esta realidad. Sin embargo, poco a poco el concepto de fe se fue distorsionando hasta que la gente empezó a matar en su nombre... y Dios no se alimenta de la sangre derramada a manos de sus fieles.

Dios no es muerte. Todo lo contrario. Pero igual siguen ofreciéndole tributos de miles y miles de personas muertas, como si él tuviera un cuarto donde coleccionara las almas de personas asesinadas en su nombre.

El punto es que la debilidad de la fe del hombre puede estar debilitando también al Todopoderoso pues, si nadie cree en él ¿para quién trabaja?, ¿a quién ayuda?, ¿a quién salva?... y no es que yo no crea en Él, pero dentro de su realidad, Dios es un concepto creado por el hombre... por lo que si el hombre deja de creer en Dios...

Dios no es el de antes y eso no debe tenerlo contento. Debe de estar desesperado, molesto consigo mismo... me atrevería a decir que está asustado. Asustado de fallar y de que todo se le venga abajo. Y ya a esa edad, en el estado en que se encuentra, ¿sería capaz de construirlo todo otra vez?

Dicen que el almanaque no perdona y, al parecer, no perdona ni al más misericordioso de todos. Ya no tiene los mismos reflejos, la misma chispa, la misma fuerza. Dios... Dios está viejo... Y lo vivimos día a día.