miércoles, 11 de enero de 2017

El gran perseguidor

> En internet rueda un meme. Don Ramón frente a una pizarra, impartiendo clases. Vaya postal de la decadencia. Señala una calavera sobre dos huesos en forma de equis. Escriben, abajo, "significa peligro", haciendo referencia a la frase que pronuncia el personaje con su particular elocuencia. Como título del meme escriben "cuando Maduro anuncia un aumento de sueldo". Es así. Significa peligro.

> Puedes sentirlo reptar por las calles, moverse con sigilo por el pavimento, trepar con agilidad por las paredes de los edificios, ver desde las alturas todo su reino de caos. El sueldo mínimo, el aumento del sueldo mínimo se ha convertido en uno de los más temidos espantos del folflore venezolano.

> Sus dedos, largos y purulentos, verdes y podridos, de uñas amarillentas y olorosas, se extienden con lentitud y precisión. Alcanzan el bolsillo del venezolano y lo vacían. Por un lado lo llenan con billetes que pierden su valor al minuto. Por el otro, saca esos billetes con la misma velocidad, en la forma del aumento en los precios de todo producto cuyo precio sea aumentable. "Porque aumento el sueldo mínimo, usted entenderá".

> Un señor, en una entrevista, una vez me decía "aquí en Venezuela, lejos de alegrarnos cuando anuncian un aumento de sueldo mínimo, uno se asusta, se pone triste". Qué curioso. Venezuela representa muchas particularidades estadísticas, pero esta en particular me llama la atención. ¿En cuántos países existirá una correlación negativa entre "bienestar-país percibido" (si es que tal variable existe) y la cifra del sueldo mínimo?

> Voy con mi novia a la Universidad. Pedimos unos de esos documentos que se convierten en un amuleto para alejar(se) de todo el mal que existe en nuestro país. Nos cobran el doble de lo que indican las hojas pegadas en la cartelera. "Esos son los precios viejos, madre. Ayer los subieron todos. Al doble". Al doble. El eco del aumento de sueldo mínimo resuena en nuestros tímpanos... ¿será?

> Me pregunto también, por esta cosa de las comparaciones, en qué otros países del mundo los profesionales corremos despavoridos, siendo perseguidos por esa mano verde y asquerosa llamada "sueldo mínimo". Venezuela no debe ser el único. Pero no sé si los otros sean países a los que me quiero parecer. ¿Tiene sentido eso? ¿Tiene sentido que me tenga que preocupar tan seriamente por esa cifra y lo que puede implicar para mis ganancias?

> Resuena en las calles, en el concreto, en el asfalto, en todos lados. Suena, empieza como un murmullo, pero se convierte en un rugido. Se escucha esa frase, detestable frase, pronunciada por tantos. "Ahora estoy ganando sueldo mínimo otra vez". ¿Eran esas las reglas del juego? ¿Para eso nos inscribimos en esto? Yo creo que no.

> Indíquenme donde firmo la renuncia a todo esto.